Annabelle Rogers - La buena mamá se volvió mala
Anonymous
no hay fotoDuración: 29:25Vistas: 106KAgregado: 4 años atrásUsuario:
Modelos:Annabelle Rogers
Categorías:Madre hijo
Tags:punto de vista
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Llegas a casa del colegio y noto que estás cubierto de moretones. Toco tu brazo y gritas que te duele, así que supongo que está roto aunque la enfermera de la escuela dijo lo contrario. La escuela ni siquiera me llamó para avisarme que hoy golpearon a mi bebé. Estoy tan harto de que esto te pase así que decido tomar el asunto en mis propias manos. Conduzco hasta la casa de tus matones, donde me sorprende ver que es incluso más joven que tú. También noto que su vida familiar no debe ser la mejor ya que son las 6 de la tarde y lo han dejado solo. Empiezo a sermonearlo suavemente y él comienza a llorar. Entro a darle un abrazo y cumplo con mi deber maternal de consolarlo. Luego en su respuesta me llama “tetas”. Inmediatamente le doy un sermón firme de nuevo. Antes de darme cuenta, me abofetea y poco después me pone de rodillas mientras asume que le chuparé la polla. Me niego hasta que veo qué gran polla tiene este joven. Lo contemplo un poco en mi cabeza pero él se impacienta y empuja mi cabeza hacia su pene muy grande. Me atraganto con tanta fuerza con la polla que literalmente me quedo sin aliento. En secreto me excita lo varonil que es este joven. Adoro su polla mientras me atraganto y la chupo un poco más. Hasta que mi esposo interrumpe y me llama para registrarme. Lo dejo en espera mientras lo chupo un poco más y hablo sucio. Tienes que recordarme que mi marido todavía está en espera, así que le digo a casa que llegaré tarde y seguiré chupando tu enorme y joven polla. Pronto te dominas mucho y estoy ansioso por complacerte, ya que nunca antes me habían tratado así. Le llamo señor ya que hago todo lo que puedo para complacerlo. Te dejé cubrir mi cara con tu gran carga cálida. Lo consigues por toda mi cara y suéter. Te cuento que pronto estaré disponible nuevamente pero pronto me avisas que ya tienes planes con la enfermera de la escuela (por eso no me llamó por mi hijo). Estoy muy impresionado por cómo tienes a todas estas mujeres bajo tu pequeño y encantador hechizo. Cuando llego a casa, trato de arrastrarme hasta el baño lo más silenciosamente que puedo hasta que mi hijo me atrapa y me pregunta no solo cómo me fue sino también si estaba comiendo donas glaseadas (ya que todavía tengo la carga de insectos sobre mí). Le aseguro que las cosas con su matón deberían mejorar pronto.